El testeo de las ideas y prototipos representa una valiosa oportunidad de aprendizaje para mejorar nuestras soluciones. Testear profundiza en la idea de un trabajo iterativo en el que nuestras ideas y prototipos se van transformando y mejorando hasta alcanzar un diseño viable. En este sentido, prototipamos con la certeza de que nuestra idea es correcta, pero testeamos con escepticismo, conscientes de que podríamos estar equivocados.
Testear es importante de cara a:
- Perfeccionar prototipos y soluciones: Las pruebas nos proporcionan valiosas ideas que nos permiten mejorar las siguientes iteraciones de los prototipos.
- Conocer mejor al usuario: Las pruebas son otra oportunidad para desarrollar una comprensión más profunda del usuario a través de la observación y el diálogo directo. A menudo, durante las pruebas, obtenemos información inesperada que puede enriquecer significativamente nuestro enfoque.
- Probar y perfeccionar la formulación de nuestro problema: Testear nos permite revelar que nuestra solución no solo no es acertada, sino que puede ser indicativo de que nuestros esfuerzos estaban mal enfocados por una deficiente definición del problema. La evaluación nos permite de este modo obtener información útil para redefinir cualquiera de las anteriores fases e iniciar un proceso de mejora.
El proceso de prueba en Design Thinking es una oportunidad para validar nuestras ideas y corregir el rumbo en función de los aprendizajes obtenidos. Testear es un paso más de un proceso iterativo, no es el momento final de un modelo lineal. Nos ayuda a asegurarnos de que nuestras soluciones estén verdaderamente alineadas con las necesidades de los usuarios.
Afrontar esta fase puede resultar un reto personal ya que no estamos acostumbrados a poner nuestras obras en cuestión. La evaluación generalmente se enfoca como un aprobado o suspenso, pero aquí se centra claramente en producir aprendizajes. No debemos caer en la tentación de sesgar el proceso o de defender lo ya realizado, ya que eso puede inhibir una retroalimentación provechosa. No se trata de demostrar que estamos en lo correcto, sino de descubrir qué funciona y qué no, para así iterar y mejorar constantemente nuestras soluciones. La progresiva validación de nuestros prototipos nos permitirá también generar una mayor confianza en las soluciones a medida que van siendo refinadas y validadas por los usuarios.
En resumen, testear o evaluar en Design Thinking es esencial para mejorar nuestras soluciones, conocer mejor a los usuarios y ajustar el modo en que hemos definido los problemas. No es el fin del proceso, sino el inicio generalmente de una nueva iteración de nuestro diseño para perfeccionarlo.