El objetivo principal de la contabilidad es saber cómo va una empresa. De un solo vistazo permite comprobar el estado financiero del negocio y valorar las expectativas de futuro. Por lo tanto, la contabilidad básica te permitirá conocer la situación económico-financiera real de tu empresa.
Sabrás si tu empresa está ganando o perdiendo dinero, en qué se ha invertido (ya sea a corto o largo plazo) y si has incurrido en deudas (con quién y por qué importe).
Además, de cara al exterior, la contabilidad sirve para proporcionar información relevante a los accionistas (si los hubiese), pero también a los bancos y a Hacienda.
Implicaciones desde una perspectiva mercantil
Según el artículo 25 del Código de Comercio, “todo empresario deberá llevar una contabilidad ordenada, adecuada a la actividad de su empresa que permita un seguimiento cronológico de todas sus operaciones, así como la elaboración periódica de balances e inventarios. Llevará necesariamente, sin perjuicio de lo establecido en las leyes o disposiciones especiales, un libro de Inventarios y Cuentas anuales y otro Diario”.
Pero también es cierto que su artículo 19.1 dice que la inscripción en el Registro Mercantil será potestativa para los empresarios individuales, con excepción del naviero. Es por esto que quien, en la práctica, determina la obligación o no de llevar una contabilidad es la normativa fiscal.
Implicaciones desde una perspectiva fiscal
Si el empresario tributa en régimen de estimación directa normal estará obligado a llevar una contabilidad de acuerdo al Código de Comercio y al Plan General Contable.
Si tributa en régimen de estimación simplificada o en régimen de estimación objetiva (módulos) no se exige la llevanza de libros contables, aunque será recomendable, tanto por la exigencia mercantil, como por permitir determinar el resultado de la misma y determinar el importe a pagar en el Impuesto sobre la Renta de las Personas físicas.
Todas las sociedades están obligadas a llevar una contabilidad de acuerdo al Código de Comercio y al Plan General Contable, pero también de cara a poder cumplir con las obligaciones tributarias.