Una forma de experimentar con las tecnologías digitales es a través de los laboratorios de fabricación o fablabs, que han surgido como centros de innovación y creatividad que tienen un papel revolucionario en el mundo de la artesanía. Estos espacios colaborativos permiten a los artesanos acceder a herramientas avanzadas, como impresoras 3D, cortadoras láser y máquinas CNC, lo que les brinda la oportunidad de crear piezas únicas y personalizadas que antes eran difíciles de lograr.
Los fablabs se pueden definir a partir de las siguientes características:
- acogen comunidades de makers;
- son lugares para la fabricación de prácticamente cualquier cosa;
- son espacios de experimentación donde todo el mundo puede diseñar, fabricar y testar sus creaciones;
- constituyen iniciativas de código abierto donde se comparte el conocimiento desde una idea de producción entre pares;
- conciben la creación digital como un procomún.
Estos fablabs ya aparecen contemplados en el informe de 2015 Situación de la artesanía en España, donde se describen como “laboratorios al servicio de creativos, que permiten reducir los costes de producción y generalizar el acceso a nuevas tecnologías”. Anticipan también el debate sobre cómo estos espacios reducen o modifican el tipo de huella que deja el artesano y, por tanto, alimentan el debate de la redefinición de qué es la artesanía en nuestro mundo contemporáneo.
Los fablabs fomentan la experimentación y la fusión entre tradición y tecnología. Los artesanos pueden combinar habilidades tradicionales con las capacidades modernas de estos laboratorios para dar vida a creaciones únicas. Por ejemplo, un orfebre puede diseñar un colgante en un programa de modelado 3D y luego imprimirlo en metal, fusionando la elegancia artesanal con la precisión tecnológica. Esto permite a los artesanos ampliar sus horizontes creativos y explorar nuevas formas de expresión.
En segundo lugar, los fablabs democratizan el acceso a la artesanía de alta calidad. Antes, la falta de recursos y el alto costo de las herramientas especializadas dificultaban el desarrollo de pequeños artesanos. Con la existencia de Fab Labs, se reducen estas barreras de entrada. Ahora, cualquier persona con una idea creativa puede acceder a equipos de vanguardia y llevar su concepto a la realidad. Esto significa que la diversidad de ideas y perspectivas en el mundo de la artesanía se enriquece significativamente.
En tercer lugar, los fablabs ofrecen una comunidad de colaboración y aprendizaje. Los artesanos pueden conectarse con otros profesionales creativos, compartir conocimientos y recibir retroalimentación constructiva para mejorar sus proyectos. Esta colaboración fomenta la evolución de técnicas y la adopción de nuevas habilidades, lo que, a su vez, impulsa la innovación en el campo de la artesanía. Además, esta comunidad puede servir como un punto de encuentro para la preservación y revitalización de técnicas artesanales en riesgo de desaparecer.
De este modo su papel puede ser fundamental en el mundo de la artesanía al impulsar la colaboración, la democratización y la innovación. Estos espacios han creado una sinergia entre lo tradicional y lo moderno, permitiendo a los artesanos materializar sus ideas con herramientas de última generación. Al reducir las barreras de acceso y fomentar la interacción entre profesionales, los fablabs han abierto un mundo de posibilidades creativas y han contribuido a preservar y revitalizar diversas técnicas artesanales en un mundo cada vez más tecnológico.
Por Esteban Romero Frías.