Tendencias globales en el mercado de la artesanía (parte 1)

La actual situación de la artesanía a escala global muestra signos positivos, en buena medida, derivados de los cambios sociales y tecnológicos vinculados a la digitalización. Más allá del papel tradicional de la actividad, en las últimas dos décadas se ha vivido una reivindicación de las denominadas industrias creativas (Miles y Green, 2008), que se definen como aquellas industrias que tienen su origen en el talento, las habilidades y la creatividad individuales y que tienen el potencial para la creación de riqueza a través de la generación y explotación de propiedad intelectual (DCMS, 1998). Entre los diversos sectores contemplados aparece la artesanía, junto con otros como el diseño, las artes y las antigüedades, la arquitectura, el cine o la música. Así, la artesanía se sitúa como una actividad con una especial consideración por su potencial intrínseco y por su capacidad de innovación colaborando con otros sectores. 

En Europa en su conjunto existe una concienciación en el sector sobre la relevancia de la artesanía tanto por su valor económico como por su incidencia cultural. En 2019 se firmó un manifiesto titulado “A Manifesto Towards A European Strategy For Craft”, que entre sus medidas solicita el reconocimiento del valor económico del sector en Europa, con el fin de apoyar medidas que ayuden a potenciar a las empresas y facilitar su acceso a los mercados. De entre los diversos países, Reino Unido es el que más esfuerzos dedica al análisis del sector. El informe más completo sobre el mercado de la artesanía fue publicado por el Crafts Council en 2020 bajo el título de The Market for Craft. Se trata de un informe que, centrado en este país, actualiza datos de informes previos de 2006 y 2010, mostrando tendencias que, en gran medida, tienen un alcance global. Quizá la principal idea es la confirmación de que la artesanía ha entrado a formar parte de una suerte de mainstream, debido a su popularización entre el público y a la entrada de nuevos productores que, gracias a los medios de distribución online, pueden permitirse mantener una actividad viable económicamente, ya sea de forma principal o complementaria a otras actividades profesionales. 

Sin duda una de las claves de la revitalización del sector, tras la crisis económica de hace una década, es el impulso de la demanda, con consumidores que buscan formas de diferenciarse a través de objetos y experiencias únicas y auténticas, así como por la búsqueda de un consumo más ético y sostenible. Esta idea ya aparecía en el informe de 2015 (p. 100), Situación de la artesanía en España, promovido por EOI-Fundesarte, donde se subrayaba que “la aparición de un nuevo perfil de consumidor/a, […], más preocupado/a por la sostenibilidad, la originalidad, la autenticidad y la calidad supone un potencial nicho de mercado para la artesanía.” La artesanía se vincula también con valores relacionados con el bienestar y con el deseo de desconexión digital. 

A este respecto la sostenibilidad, situada en el centro de las políticas públicas en el marco de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, constituye un eje central sobre el que construir la consolidación del sector a lo largo de esta década que iniciamos. Tal es así que la propia producción en masa reivindica los valores de sostenibilidad y artesanos lanzando productos premium con sabores “caseros”, “realizados a mano”, “sin conservantes ni colorantes”, entre otros muchos atributos relacionados.

En relación con la demanda, en términos generales, se puede avanzar la idea de consumidores más concienciados y atentos a la variable precio, consumidores que son cada vez más jóvenes, más diversos étnicamente, con niveles de educación menos dominados por graduados y con menor conocimiento sobre artesanía. Dada la variedad de público, el informe The Market for Craft realiza un interesante ejercicio perfilando hasta siete segmentos de clientes en base a características sociodemográficas y económicas proporcionando un interesante instrumento para el diseño de la oferta y de las acciones de venta por parte de los artesanos. En relación con los canales de venta, a pesar de que los datos indican que aún se prefiere la interacción presencial como forma comercial, la digitalización se extiende por todas las franjas de edad, debiendo tomar en consideración que, cuanta menos edad, existe una mayor propensión a la compra online, al consumo de medios digitales y a la involucración a través de estos medios. Son factores importantes a la hora de valorar transformaciones en los modelos de negocio. 

En esta línea de transformaciones en los modelos de negocio, sobre todo derivadas de los cambios en las preferencias de los consumidores por canales online, la plataforma empresaartesana.es ofrece orientación y propuestas. En la segunda parte de este artículo desgranamos algunos de los datos disponibles sobre la situación del mercado de la artesanía, tanto en España como en otros países.

Referencias

ABAY Analistas Económicos & FUNDESARTE (2015): Situación de la artesanía en España. Informe de competitividad y principales variables económicas. Fundación EOI. https://www.eoi.es/es/savia/publicaciones/21105/situacion-de-la-artesania-en-espana

Crafts Council (2020). The Market for Craft. https://www.craftscouncil.org.uk/documents/880/Market_for_craft_full_report_2020.pdf 

DCMS (1998). Creative Industries Mapping Document. London: DCMS.

Miles, I., y Green, L. (2008). Hidden innovation in the creative industries. Nesta.

Romero Frías, E. (2021). “La transformación digital de la artesanía: innovando en los modelos de negocio.” En A. García López y A. Suárez Martín (Eds.) Repensar la artesanía. Estrategias para impulsar la artesanía contemporánea (pp. 137-168). Editorial Comares. ISBN 978-84-1369-109-1.

Por Esteban Romero Frías.

Scroll al inicio